Las Solteronas by Claude Mancey - HTML preview

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12 de marzo.

¡Ay!... todo está acabado desde ayer... desapareció aquella dicha quetanto me ilusionaba...

El señor Baltet se casa, sí, pero... con Francisca...

Es en Francisca en quien ha reparado; es a Francisca a quien ama; a ellaes a quien pide en matrimonio, por medio de la de Ribert, consternada.

En el primer momento, la de Ribert quería devolver la carta y rogar alseñor... no, no puedo escribir su nombre... que hiciese sus encargos élmismo, pero le supliqué que salvase mi amor propio y aceptase la misiónque se le confiaba.

La abuela echa chispas contra Francisca; la de Ribert y Genoveva estánindignadas, y el cura afirma que desde Dalila no se ha visto un ejemplode traición semejante... Me esfuerzo por parecer animosa, pero estoyherida en el corazón...

—¡Queridos sueños míos!... ¡Qué derrumbamiento!